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Tragedia en Burkina Faso: el Papa Francisco envía un mensaje de paz y solidaridad

El Papa expresa sus condolencias por los atentados en Essakane y Natiaboani

El Santo Padre Francisco envió un telegrama de condolencia en nombre de la Iglesia católica por las víctimas de los atentados ocurridos el domingo 25 de febrero de 2024 en Burkina Faso. Estos ataques afectaron una iglesia católica en Essakane y una mezquita en Natiaboani, causando pérdidas de vidas y heridos.

Firmado por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, el telegrama enviado al Presidente de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso y Níger, SE Mons. Laurent Dabiré, expresa el profundo dolor del Papa por el ataque terrorista a la iglesia católica de Essakane. El Santo Padre expresa también su tristeza por el ataque contra la mezquita de Natiaboani, extiende su solidaridad a la comunidad musulmana y se suma al duelo de las familias afectadas.

Un llamamiento a la paz y la comprensión

El Papa Francisco enfatiza que el odio no es la solución a los conflictos. Llama a la lucha contra la violencia y al respeto de los lugares sagrados. Promover los valores de la paz es fundamental para construir un mundo mejor. El Santo Padre reza por el descanso de los difuntos, encomendándolos a la misericordia de Dios misericordiay para la curación de los heridos.

Bendiciones divinas para Burkina Faso

Finalmente, el Papa invoca abundantes bendiciones divinas sobre todos los hijos e hijas de Burkina Faso y de toda la nación.

Pero ¿qué pasó el domingo 25 de febrero de 2024?

Fue un dia de Tragedia y Terror en Burkina Faso.

Essakane, una pequeña aldea situada a 45 kilómetros de Dori, en la región del Sahel, al noreste de Burkina Faso, fue escenario de una violencia trágica y despiadada. Una comunidad de creyentes, que se reunían para la oración dominical bajo la dirección de un catequista, fue víctima de un cruel ataque yihadista.

El asalto

A las 8.30 horas del domingo 25 de febrero, los yihadistas irrumpieron en la capilla donde la comunidad de fieles se reunía para orar. La mayoría de los fieles ya se habían visto obligados a huir debido a la violencia perpetrada por los grupos yihadistas desde 2018. Sin embargo, algunas personas continuaron reuniéndose valientemente los domingos para orar bajo la dirección del catequista.

Los terroristas dispararon contra los hombres, salvando a las mujeres. Doce fieles murieron instantáneamente, mientras que otros tres murieron más tarde a causa de sus heridas. Dos personas resultaron heridas.

El contexto: la zona de las 'tres fronteras'

Essakane está situada en la llamada zona de las "tres fronteras", una zona en el límite de Burkina Faso, cerca de las fronteras con Mali y Níger. Esta región es conocida por ser una guarida de grupos yihadistas, donde la violencia y la inestabilidad están a la orden del día.

Atroz ataque a la Mezquita Natiaboani

También el 25 de febrero, en el este de Burkina Faso, personas armadas perpetraron un brutal asalto a una mezquita en la aldea de Natiaboani, matando a varias docenas de hombres y mujeres reunidos para orar, entre ellos un destacado líder religioso.

El escenario aterrador

Con las primeras luces, los terroristas rodearon la mezquita y dispararon indiscriminadamente contra los fieles que se encontraban allí para la primera oración del día. Todas las víctimas eran musulmanes y sus muertes dejaron a una comunidad devastada y afligida. Se informó que los atacantes entraron a la ciudad decididos a provocar muerte y destrucción.

La región del Sahel y la amenaza terrorista

El Sahel, una vasta región que se extiende unos 5,400 kilómetros desde el Océano Atlántico hacia el este a través de países como el norte de Senegal, el sur de Mauritania, Malí, Níger, Nigeria, Chad y el sur de Sudán, ha sido escenario de una creciente amenaza terrorista. Grupos afiliados a AI-Qaeda y el Estado Islámico se han apoderado de grandes extensiones de territorio, contribuyendo al desplazamiento de millones de personas.

La lucha continua

Las autoridades de la región del Sahel llevan años luchando contra los grupos terroristas islámicos. La guerra civil libia de 2011 desencadenó una serie de acontecimientos que desembocaron en la insurgencia yihadista. En 2012, el islamismo radical conquistó el norte de Malí y desde entonces la inestabilidad se ha extendido a Burkina Faso y Níger. A lo largo de estos años, más de 20,000 personas han sido asesinadas y más de 2 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de la violencia.

La respuesta de la Iglesia: un llamado a la paz y la seguridad

El vicario general de la diócesis de Dori, Jean-Pierre Sawadogo, denunció a quienes siguen sembrando muerte y desolación en su país. En una región donde se han vuelto frecuentes los ataques contra las iglesias cristianas y los secuestros de clérigos y seminaristas, el padre Sawadogo pidió a los fieles rezar por el descanso eterno de los fallecidos y por la curación de los heridos. Les pidió unirse en penitencia y oración, para que Burkina Faso encuentre paz y seguridad.

En un mundo marcado por el conflicto y la división, el Papa Francisco nos insta a reflexionar sobre la necesidad de construir puentes de diálogo y solidaridad para poner fin a esta espiral de terror y sufrimiento. En este momento de dolor e incertidumbre, la oración y la solidaridad son esenciales para apoyar a las comunidades afectadas y buscar un camino hacia la paz en esta tierra devastada por el conflicto.

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