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Serafina María Acri Arcudi

noche

Mangas arremangadas

delantal de cintura,

Zapatos en los pies

Bolsa de hombro,

mirada penetrante

Palabras claras,

Presencia autorizada

abrazos cariñosos

Lágrimas escondidas

Risa fuerte.

 

¿Hora de rezar?

¡Vamos a la capilla!

¿Tiempo para celebrar?

¡Preparemos globos y pastel!

¿Es hora de comer?

Todos en la mesa desde la bendición inicial hasta la acción de gracias final.

¿Es hora de dar la bienvenida?

¡Todo está listo para el recién llegado!

¿Es hora de comer?

Estoy en ello.

 

Camino formativo

En la casa madre,

Apostolado activo

En la casa familiar,

director espiritual

¿Con quién tratar?

Hermanas jóvenes y mayores

Con quién vivir el carisma,

Mujeres en dificultad para acompañar,

Adolescentes a ser “domesticados”,

Niños que cuidar

Madres para apoyar,

Amigos para conocer

Enemigos por los que orar.

 

Y ha llegado la hora de la enfermedad…

Tantos años dedicados al diagnóstico,

Eventos que precipitan,

intervenciones que se suceden,

Coraje en las terapias,

Alegría de vivir cada momento,

Conciencia del objetivo inminente,

Entrega confiada a Él,

El Esposo crucificado y resucitado

Fuente de energía vital

Que burbujeó por cada poro de su piel hasta las 2.30 horas del 22 de noviembre de 2018.

Cuando ella se fue para regresar a casa. La oración susurrada hasta su último aliento junto a la comunidad sintonizada con el canto de los ángeles y santos en la Jerusalén celestial.

Se trataba de Sera, en el registro Serafina Maria Acri Arcudi, nacida en Cariati el 25 de enero de 1965, inscrita en el convento de Camigliano el 1 de julio de 1985, profesa temporal el 4 de septiembre de 1988, profesa perpetua el 2 de septiembre de 1995, madre de hijas e hijos, jóvenes y mayores, recibida en la Casa de la Familia Santa Gema, amiga de los jóvenes y adultos encontrados en el camino, Hermana de Santa Gema comprometida a 'arremangarse' espiritualmente para la conversión de los pecadores y la santificación de los sacerdotes, siempre sencilla, humilde y caritativa como había aprendido de Madre Gemma Giannini, fundadora.

Fuentes

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