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La paz en la región de los Grandes Lagos en el centro del encuentro de los obispos de la ASECAC en Goma

Compromiso de los obispos de Burundi, la República Democrática del Congo y Ruanda

La diócesis de Goma acogió a obispos miembros de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Central (ASECAC). Se reunieron en Goma, República Democrática del Congo, del 26 al 29 de enero para rezar por la paz e instar a las autoridades públicas de la región de los Grandes Lagos a poner fin al sufrimiento de las poblaciones del este de la República Democrática del Congo y construir lazos de solidaridad y fraternidad que trasciendan divisiones. La iniciativa de celebrar estas jornadas en Goma surgió durante la reunión de obispos celebrada en Roma del 16 al 18 de octubre del año pasado. En su exhortación conjunta, se comprometieron a predicar la fraternidad a las autoridades públicas de los Grandes Lagos. Recordaron que la construcción de la paz no es un acto aislado sino un trabajo común y colectivo que involucra a diversos estratos de la sociedad y estructuras de diversos órdenes.

Llamado a la solidaridad y la fraternidad

Por lo tanto, el llamado de los Obispos de ASECAC es instar a todos aquellos que directa o indirectamente continúan sembrando muerte, desolación y división en esta región a que presten atención al llamado de la Iglesia por la paz en la región. Invitan a las poblaciones de los tres países afectados (Congo, Ruanda y Burundi), especialmente a los jóvenes y a las mujeres, a no sucumbir a la manipulación, los discursos de odio y la retórica divisiva. El mensaje de los obispos también anima a varias organizaciones subregionales e internacionales a considerar la situación de seguridad en el este de la República Democrática del Congo como una prioridad y a apoyar los procesos de paz en curso en la región de los Grandes Lagos, que sigue siendo un importante escenario de división, para que conduzcan al restablecimiento de una paz duradera.

Obra de misericordia: los obispos apoyan a los desplazados

Actualmente, la diócesis de Goma, donde 8 de las 33 parroquias están bajo ocupación de los rebeldes del M23, sigue siendo el centro de atención de los obispos. Así, los obispos expresaron su cercanía y, por decirlo así, misericordia En la práctica, visitaron y brindaron asistencia a personas desplazadas por la guerra en el campamento de Lushagala, que ahora alberga a más de 90,000 hogares que huyen de la guerra y enfrentan una situación humanitaria dramática.

Empatía para resolver conflictos.

En su homilía dominical con motivo de la misa por la paz celebrada en la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Goma, el cardenal Ambongo, arzobispo de Kinshasa y presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), subrayó a los fieles presentes que “ nuestros corazones se han vuelto insensibles a la miseria de nuestros vecinos”, y es esta indiferencia la que alimenta los conflictos. También dio algunas indicaciones para resolver la crisis que sacude a la región. Respecto a la resolución de la crisis en la región de los Grandes Lagos, el cardenal Ambongo instó a los cristianos de estos tres países a abandonar la indiferencia ante el sufrimiento de los demás y a mostrar “un poco de humanidad” para poner fin a esta prolongada tragedia del conflicto.

Crecientes tensiones diplomáticas en los Grandes Lagos

Esta reunión que reúne a obispos de tres países se produce en un momento de escalada de tensiones diplomáticas en la subregión de los Grandes Lagos. Esto se debe también a la decisión de Burundi de cerrar sus fronteras con Ruanda el 11 de enero. Esta escalada de tensiones alimenta una vez más la crisis en la región, que ya está marcada por conflictos que afectan a gran parte de la población del este del Congo.

Movilización y oración por la reconciliación

En un clima diplomático cada vez más gélido en la región de los Grandes Lagos, los obispos invitan a las poblaciones de la región a unirse y activar la fraternidad, la solidaridad y la oración por la paz. El mensaje de los obispos es un mensaje de paz porque “el que desea la paz, se prepara para la paz”. Continúan dirigiéndose a los países de los Grandes Lagos para que utilicen los medios a su disposición para restablecer la paz y proclamar el evangelio de la paz. Los prelados reiteraron su compromiso de llegar a todos los sectores de la población, ciudadanos y líderes, para que la paz pueda regresar a la región. “Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5).

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