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La viruela del mono reaparece en el Congo

Resurgimiento de la viruela del simio en el Congo: afrontar los desafíos de la reemergente crisis sanitaria

El año 2024 habrá estado marcado por la reaparición de la viruela simica en la República Democrática del Congo, una enfermedad que azotó el país recientemente en 2019, cuando se registraron 5,288 casos y un total de 107 muertes. Desde enero de 2023, el número de casos sospechosos de viruela en los simios se ha duplicado hasta alcanzar los 12,569 casos notificados, incluidas unas 600 muertes (OMS).

El país, que se está recuperando gradualmente de la crisis epidémica del Ébola, caracterizada por una alta contagiosidad, una elevada mortalidad y un grave deterioro de la situación socioeconómica de la población, se enfrenta ahora a otra epidemia que se propaga a gran velocidad.

Ya en noviembre se registró la endemicidad de esta enfermedad en 14 de las 26 provincias del país. Según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay dos clados conocidos de MPXV: el clado I, anteriormente conocido como clado de la Cuenca del Congo, y el clado II, conocido como clado de África Occidental. El propio clado II tiene dos subclados.

Epidemiológicamente, la viruela simica es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la viruela simica (MPXV). Es endémico en las zonas densamente boscosas de África occidental, central y oriental, particularmente en las regiones norte y central de la República Democrática del Congo.

El periodo de incubación puede variar de dos a 21 días, aunque otras personas pueden entrar en contacto con la infección sin que aparezca ningún síntoma. En el caso de la viruela simia, los síntomas más recurrentes son fiebre, dolores musculares y dolor de garganta, que aparecen primero, seguidos de una erupción cutánea y mucosa. Otro signo característico es la linfadenopatía (ganglios linfáticos inflamados).

En la República Democrática del Congo, desde el decenio de 1970 se ha informado de transmisión de viruela simica de persona a persona a través de contacto cercano, principalmente en pequeños brotes a nivel familiar o comunitario, que se cree que se deben a transmisión zoonótica. La viruela del simio se transmite de un animal enfermo a los humanos o mediante el contacto con erupciones cutáneas, sangre o fluidos corporales del animal.

Según los expertos, esta es la primera vez que una infección por MPXV de clado I se relaciona con la transmisión sexual dentro de un brote epidémico. Como señala el Dr. Kasita, responsable de las operaciones del sistema de gestión de incidentes de Monkypox, la transmisión de los casos de Monkypox en la zona sanitaria de Kamituga es sexual.

Los grupos susceptibles incluyen niños, mujeres y personas con sistemas inmunológicos debilitados, que corren un alto riesgo de sufrir complicaciones y morir a causa de la viruela simia. Aún se desconocen en gran medida los motivos de esta expansión, que afecta a hombres, mujeres y niños. La rápida propagación de la nueva epidemia entre los profesionales del sexo es motivo de preocupación.

En algunos círculos, cada vez es más difícil distinguir la viruela simia de otras infecciones y afecciones, ya que los síntomas a menudo pueden ser similares. Por tanto, es importante distinguir la viruela de la varicela, el sarampión, las infecciones cutáneas, la sarna, etc., de otras infecciones de transmisión sexual y de determinadas alergias relacionadas con medicamentos.

Una persona con viruela simia también puede tener otra infección de transmisión sexual, y un niño o un adulto que se sospecha que tiene viruela simia también puede tener varicela. De ahí la necesidad de realizar pruebas para permitir que las personas reciban atención lo antes posible y así prevenir la propagación de la infección.

El tratamiento se basa en tratar las erupciones, controlar el dolor y prevenir ciertas complicaciones. Para casos graves y personas con alto riesgo de complicaciones, a menudo se utiliza y recomienda el tratamiento con medicamentos antivirales como el tecovirimat.

Todavía se recomiendan otras medidas para el manejo y la prevención, como fortalecer la vigilancia de la viruela simica en todo el país, desarrollar la capacidad de los trabajadores de la salud, monitorear los contactos de casos clínicos confirmados y la secuenciación genética de muestras de MPXV para comprender mejor las cepas virales circulantes y distinguirlas de otras. infecciones similares.

Hasta la fecha, algunas de las zonas afectadas por la epidemia están experimentando diversos problemas relacionados con el manejo de esta enfermedad. Estos incluyen la falta de insumos, la falta de unidades de aislamiento para pacientes, la comunicación de riesgos y la participación comunitaria inadecuadas, la falta de kits de higiene de manos en las escuelas y otros lugares críticos, y la falta de condones.

En términos de comunicación y sensibilización, cabe señalar que la prevención también depende de una buena comunicación. Aquí es necesario promover la comunicación entre el personal de salud y las comunidades donde se pueden notificar casos probables, proporcionando información sobre las consecuencias de la viruela simica.

Por lo tanto, la comunicación de riesgos y la movilización social y comunitaria son de gran importancia para abordar el riesgo que plantean los modos de transmisión identificados. Especialmente en las regiones forestales donde el consumo de carne de animales silvestres es alto, esto sin duda aumenta la exposición a epidemias comunitarias.

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